viernes, 15 de octubre de 2010

UN DESEO

Cierra los ojos e inspira profundamente; sí, así. Piensa en algo que te guste: un sueño enterrado tiempo atrás, algo que abandonaste en un rincón oscuro de tu corazón. Deja que el anhelo por conseguirlo te invada, no pienses en nada más. Así, ¿lo tienes? Muy bien, ahora sólo tienes que pedir un deseo. ¿Que qué es un deseo? Ambicionar algo, querer a alguien, querer que te quieran, alcanzar un sueño; sólo depende de ti. Ahora concéntrate, deja la mente en blanco y sopla. Sopla sobre una vela, una pestaña, un diente de león o sobre las plumas de un ángel. Deja que vuele libre sobre el viento, observa cómo desaparece más allá de tu alcance. Si realmente lo deseas, regresará.

jueves, 7 de octubre de 2010

GOTAS DE LLUVIA


Una, dos, tres, cuatro...cientos de gotas suicidas caen del cielo para estrellarse contra el suelo. Todas iguales, todas únicas. Caen rítmicamente sobre la ciudad, los edificios, la gente…Caen sobre mí. Mi pelo empapado cae sobre mi espalda como una cascada, algunos mechones pegándose a mi rostro. Alzo la vista al cielo dejando que la lluvia se lleve todos los prejuicios  y una gota cae sobre mi cara, acariciándome la mejilla, ¿o es una lágrima? La ciudad envuelve mi pequeña vida entre sus enormes edificios haciéndome sentir más desprotegida y frágil. En un intento por reconfortarme me abrazo las rodillas, pero mi abrazada también es fría. Sólo busco un poco de calidez, un pequeño rayo de luz que ilumine mis días, pero sigo sola aquí.
A veces yo también me siento confundida como una gota de lluvia al filo de la nube que no sabe en qué puñetero punto de este mundo caer.

sábado, 2 de octubre de 2010

LAS PUERTAS DE MI ALMA

Un leve murmullo me llega desde un lugar no muy lejano. Suena como un golpeteo constante sobre algo sólido. Me esfuerzo en descifrar el significado de esos golpes y me doy cuenta de algo: los golpes vienen de dentro. Es alguien golpeando insistentemente una puerta, pidiendo ayuda. Los golpes resuenan en mí; pum, pum, pum. Soy yo intentando salir, golpeando las puertas de mi alma con incansable fuerza. Quiero salir, ser yo misma, mostrarle al mundo quién es Kris Weys y por qué está aquí. Ya he tenido suficiente de permanecer detrás de esas puertas, sin a penas poder atisbar un rayo del resplandor de la vida, de tener que ocultar mi verdadera naturaleza. Hoy me he permitido dejar atrás ese rincón oscuro en el que me escondía para sincerarme conmigo misma y con los que me rodean. Y contigo. Quiero que me des una oportunidad, que dediques tan sólo unos instantes de tu vida conocerme, a leerme. Querido lector, yo soy Kris Weys.