jueves, 10 de abril de 2014

My illusion my mistake


Sé que no debería. Sé que es tortura. Sé que nunca conseguiré nada, solo dolor y lágrimas. Pero juro que no puedo evitarlo. No puedo evitar perderme en tu mirada y en qué se esconde más allá, en lo profundo de tu alma. No puedo evitar preguntarme a qué sabrán tus labios cuando pronuncian mi nombre. No puedo evitar notar la vibración de tu voz en mi corazón, ni tu tacto suave cuando tomas de mi mano, sin ser consciente de la tormenta de emociones que despiertas en mi interior. Quiero que me enseñes todos tus escondites secretos, que me dejes refugiarme entre tus brazos cuando el mundo se convierta en un lugar hostil. Quiero poder despertarme con tu aroma en mi almohada y que seas capaz de quererme en mis peores momentos. Quiero merecer tu amor, tu atención, tus besos, tus caricias, tu precioso tiempo. Quiero que construyamos nuestro propio mundo aislado de todo lo demás. Quiero soñar y, junto a ti, descubrir el misterio que le da sentido a esta vida.

Aunque debo confesar que todo esto no son más que ensoñaciones de una idiota adicta a amores imposibles.

martes, 25 de febrero de 2014

PALABRAS QUE NUNCA DIRÉ

       -          Así pues… ¿te gusta? – preguntó él.
-          Supongo que sí – dijo Lara con una vocecilla apenas audible.
Ella bajó la mirada por miedo a que sus ojos confesaran todo lo que no se atrevía a decir. ¿Qué si le gustaba? No, qué va. Tan solo anhelaba su compañía más que a la luz del sol. Tan solo le encantaba perderse en la profundidad azul de su mirada. Tan solo se moría de ganas de probar la suavidad que prometían sus labios. Por no hablar de los escalofríos que le recorrían todo el cuerpo cuando le sonreía con complicidad, mirándola a los ojos. O de cómo se le aceleraba el pulso cuando notaba esos dolorosos centímetros que le impedían rozar su piel. O todas las veces que había soñado despierta preguntándose cómo sería dormir entre sus brazos, notando la calidez de sus latidos.
Su amigo le alzó la barbilla delicadamente para leer la expresión de su rostro y la miró con cara preocupada. Lara exhaló tratando de acallar a su alma confundida, pero todos esos sentimientos murieron en el filo de sus labios ante la perspectiva del abismo que se extendía más allá de su corazón.

domingo, 27 de octubre de 2013

TÓXICO

Personas que te machacan, te cortan las alas, te humillan, te menosprecian y te ahogan bajo el manto de la infelicidad. Personas tóxicas.
Los breves instantes de felicidad que logras arrebatarle a la vida se apagan rápidamente como la frágil llama de una vela sometida a un vendaval. La sonrisa se te vuelve agria en la cara y empiezas a notar cómo se te forma un nudo en la garganta que te dificulta la respiración. Tus músculos se contraen involuntariamente, adoptas una postura tensa; te sientes mal. Tu pecho tiembla bajo la presión de todos los sentimientos negativos que amenazan con destruirte. Rabia. Impotencia. Tristeza. Frustración. Culpa. Solitud. Desesperación. Como un veneno que se extiende por tus venas.
Las palabras son como puñales afilados que se te clavan dentro, de la forma más imperceptible. Nadie nota tu dolor. O no les importa. O les provoca dicha. Sí, se alimentan de tu dolor. Pueden verlo en tus ojos. Disfrutan.
Los pensamientos se arremolinan en tu cabeza y tienes ganas de gritar. ¡DEJADME EN PAZ! ¡ES MI VIDA! ¡CALLAOS! Pero las voces siguen. Y siguen. Y siguen. Hasta que ya no las oyes. Pero tu malestar no desaparece. Cada vez te sientes peor y lo único que quieres es escapar. Volar a otro lugar. Perderte en algún lugar donde nadie te conozca. Sin mirar atrás. 

martes, 29 de enero de 2013

"Nunca esperes nada de nadie, así no te decepcionarán". 

Estas palabras suenan crueles, solitarias, amargas. Pero la triste verdad es que son ciertas. Día a día depositas un pequeño fragmento de confianza en esas personas que te rodean, les regalas tu cariño, incluso aunque muchas veces no sepas realmente como expresarlo. Y das por hecho que ellos sientes lo mismo por ti. Que los demás también harían todo lo que tú estás dispuesta a hacer por ellos. Hasta que los necesitas. 

Estiras la mano esperando que alguien te la coja y te ayude a superar lo baches del camino, pero tan sólo te encuentras con miradas que desvían hacia otro lado, ajenas a tu necesidad. Nadie te devuelve el gesto que harías por ellos sin dudar. Te das cuenta de que nadie te necesita en esos momentos y que, por ello, tú tampoco puedes necesitar a nadie. Todos tienen cosas mejores que hacer, como contar los granos de arena de la playa o asegurarse de que todas las pepitas de maíz petan en el microondas. Tú no eres importante. Te das cuenta de que las estrellas del firmamento no brillan para ti y que no eres la primera opción para nadie. Ese cariño ingenuo que creías sentir por los demás se rompe en mil añicos y chocas de frente contra la cruda realidad sin ningún tipo de protección. Te haces daño. Sufres. Te preguntas qué has hecho mal. Por qué eres tan insignificante. Si siempre lo has sido. Por qué no te has dado cuenta antes. Eres una estúpida. 

Las lágrimas de decepción son amargas, una abrumadora sensación de soledad te oprime y la tristeza amenaza con ahogarte. La palabra "amigo" de pronto suena hueca, vacía, irreal. Enserio, ¿cómo pudiste llegar a esperar nada de nadie? Te lo mereces. Estúpida. Ingenua. 

Ahora hay que reconstruirse, recoger los pedacitos de tu fe en las personas y desecharlos completamente. No te van a servir de nada. Toca aprender a no esperar nada de nadie, a valerte por ti misma. Hay que ser fuerte, aunque duela. Oh, y tanto, siempre duele.   


domingo, 15 de julio de 2012

LADRÓN DE SUEÑOS

Todas las personas somos un contenedor de sueños, deseos, promesas, anhelos. Todo mezclado con algunos polvos de esperanza. Para algunos, ésta se marchita con el paso de los años y la cruel insistencia de la vida por hacernos tocar de pies a tierra, de hundirnos en suelo, de enterrarnos a tres metros bajo tierra. Pero nunca desaparece. Siempre queda alguna partícula tozuda de esperanza en nuestro ser. Siempre .
Para otros, los sueños son como el oxigeno que se respira en el aire, vitales como los latidos del corazón. Algunos incluso los guardan en un pote por si algún día olvidan como soñar y se ahogan entre las tempestivas olas de la realidad.
Y luego estoy yo, que dependo de los sueños de los demás. Los rescato de lo más recóndito de los corazones de las personas, entre los secretos guardados bajo llave y las promesas aún por cumplir. Los desenvuelvo poco a poco, como una frágil y complicada figura de papel y saboreo cada tono, cada contraste, cada duda y cada miedo que acompaña a los sueños. Y, por supuesto, recubiertos por una leve capa de frágil inocencia conservada de la infancia.
Nunca hay que dejar morir al niño que llevamos dentro, pues en él resta nuestra esencia. 

sábado, 16 de junio de 2012


Era valiente, decido, luchador, fuerte, noble. Todas esas cualidades se escondían bajo esa mirada penetrante, en esos ojos que ocultaban una profunda soledad bajo una coraza que había aprendido a construir a partir del dolor y la crueldad de un mundo frío. A pesar de su juventud, ya había probado sobre su propia piel la dureza de la vida en toda su brutalidad.
Poco a poco, había visto como su mundo se hacía añicos a base de mazazos de realidad tajante. Ni un ápice de compasión. Ni una brizna de compresión. Hacía ya tiempo que había descubierto que estaba completamente solo en el mundo.
Sin embargo, bajo la gruesa capa de hielo  que cubría su corazón, seguía latiendo el deseo de amar y ser amado. Al fin y al cabo, aun no había conseguido borrar de sus labios el rastro de aquél beso robado…


jueves, 3 de noviembre de 2011

GRIS

Gris. Hoy siento que mi alma es de un gris apagado y triste, del color de las lágrimas mal reprimidas, de los corazones rotos, de los sueños imposibles. La lluvia es la única que me entiende, por eso ahora me envuelve en su abrazo frío y húmedo, acariciándome la cara con sus delicadas gotas suicidas. No sé cuando fue que la felicidad me soltó la mano y se marchó lejos, donde yo no puedo seguirla. Y a veces, sólo a veces, consigo recordar cómo era su tacto cálido con una sonrisa fugaz, que desparece antes de que pueda retenerla en contra de su voluntad




Perdonad por tener esto un poco abandonado, pero es que ando bastante estresada últimamente y no tengo tiempo. Por eso siempre intento rescatar unos minutillos para escribir algo decente y compartirlo con vosotros :)