domingo, 12 de diciembre de 2010

ROSAS NEGRAS


Me miro al espejo y ya nadie me devuelve la mirada al otro lado. A mí alrededor todo es silencio, una calma salpicada de tristeza. Yo sigo aquí, parado en el tiempo, a medio camino de ninguna parte. Sé que no hay marcha atrás, sé que me estás esperando, sé que no te puedo fallar pero aún así soy incapaz de avanzar; simplemente perdido en el límite del todo y la nada.   En mi mano un ramo de veinte hermosas rosas, negras como el azabache tus ojos. Veinte rosas negras por nuestro amor decadente, veinte rosas negras para tu corazón muerto. Cuando te sientas pequeña e insignificante en la inmensa oscuridad llegaré para poner una rosa negra entre tus mechones dorados y, aunque sea por sólo un instante, haré desaparecer la tristeza de tu mirada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario