viernes, 31 de diciembre de 2010

FELIZ AÑO NUEVO


Dong! Dong! Dong! Las campanadas resuenan por toda la plaza retumbando en mi cabeza. Cientos de personas a mi alrededor armadas con doce uvas, todos pendientes del gran reloj, todos preparados para recibir al nuevo año con los brazos abiertos. La gran ciudad yace cubierta por una fina capa de nieve mientras cientos de copos caen insistentes sobre las cabezas de la multitud. Todas las calles están decoradas con luces y adornos de todos los colores y, en el medio, el gran árbol de navidad coronado por la gran estrella.Otro año se va de nuestras vidas, otro año del cual ya sólo quedan recuerdos de buenos y malos momentos, de risas y lágrimas, de nuestras tonterías, de noches en vela pensando en el porqué de las cosas. Cierro los ojos y pienso en todas las cosas por las que he luchado, todas las personas que me han acompañado y que llevo en el corazón. Les quiero dar las gracias por estar allí, simplemente por regalarme esa maravillosa sonrisa que me ayuda a seguir con el día a día. Quiero que sigan allí éste 2011 y el año que viene, y el otro y el otro…! A veces cuesta seguir adelante y no perder el norte pero no rendirse es la clave,  lo digo por experiencia. ¿Por qué rendirse a los malos momentos si los que realmente son de verdad son los buenos?
Observo a la gente de mí alrededor, con las mejillas infladas por la cantidad de uvas que tienen en la boca. Es gracioso ver como intentan tragárselas todas antes del siguiente toque. Es una noche perfecta, bueno, casi perfecta. Sólo faltas tú. ¿Dónde estás? Dong! Con la última campanada estalla una explosión de vivos colores que pinta el oscuro cielo de medianoche. La gente a mí alrededor salta, chilla, se abraza, canta, se divierte. ¿Qué mejor manera de recibir el 2011? Como acto reflejo, cierro los ojos con fuerza deseando que al volver a abrirlos estés allí, como hace exactamente un año. De repente noto unas manos cálidas alrededor de mis ojos y una vocecilla chillona que las acompaña. ¿Quí sóc?, dice. Sin pensarlo me giro hacia ti y te abrazo con todas mis fuerzas deseando tenerte allí para siempre.
Feliz 2011!

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